Atravesar Caradhras

« Creo, Elrond, que en este asunto sería mejor confiar en la amistad de estos hobbits que en nuestra sabiduría. »
–Gandalf el Gris

 

Logotipo del cuarto tramo del Camino del Anillo

Una
Compañía de Amigos

« -Es usted duro tratando de irse sin mí y todo lo demás. Si yo no hubiese adivinado la verdad, ¿Dónde estaría usted ahora?
-A salvo y en camino.
-¡A salvo! – dijo Sam-. ¿Solo y sin mi ayuda? No hubiese podido soportarlo, sería mi muerte.
-Venir conmigo también puede ser tu muerte, Sam -dijo Frodo y entonces yo no hubiese podido soportarlo.
-No es tan seguro como si me quedara -dijo Sam. -Pero voy a Mordor.
-Lo sé de sobra, señor Frodo. Claro que sí. Y yo iré con usted.
-Por favor, Sam -dijo Frodo-, ¡no me pongas obstáculos! Los otros pueden volver en cualquier instante. Si me encuentran aquí, tendré que discutir y explicar y ya nunca tendré el ánimo o la posibilidad de irme. Pero he de partir en seguida. No hay otro modo.
-Sí, ya lo sé -dijo Sam-. Pero no solo. Voy yo también, o ninguno de los dos. Antes desfondaré todas las barcas.

Frodo rió con ganas. Sentía en el corazón un calor y una alegría repentina.

Amistad es una compañía guiada hacia el destino. A pesar de la fragilidad de cada uno, el camino hacia el crecimiento y la maduración (en definitiva, el destino propio) está lleno de esperanza si ese camino es acompañado.

Unas relaciones que comienzas de forma sencilla, casi fortuita, o incluso parten de la servidumbre (como el caso de Sam y Frodo, o de Merry y Theoden) o de la enemistad (como Légolas y Gimli), maduran en la búsqueda del destino último y la lucha por el bien, llegando al punto de dar la vida unos por los otros (Gandalf o Boromir se sacrifican por sus compañeros). La compañía del Anillo son los que acompañan al Portador al Monte del Destino.

En Sam esta realidad se muestra de manera absolutamente explícita y como una vacación: En las obras de Tolkien la soledad conduce a la desesperación en primer lugar y a la perdición después como en Saruman o Denethor. Sin embargo, las hazañas grandes o pequeñas siempre se alcanzan gracias a estar acompañado.

« Creo, Elrond, que en este asunto sería mejor confiar en la amistad de estos hobbits que en nuestra sabiduría. »
–Gandalf el Gris

Mapa que muestra las 2 posibles rutas de primer día

Comenzamos el viaje

Rivendel – Moria
(La Hiruela) – (Puebla de la Sierra)

15,4km

Saliendo desde Rivendel, tierra de elfos y concilios y marchamos
hacia Moria, tierra de enanos, rodeada de lajas punzantes y a veces brillantes piedras metamórficas que parecen mithril o de cadenas de rocas salientes en las cumbres que parecen dragones de piedra dormidos. Subir hasta Carahdras no es fácil, incluso Gandlaf y los suyos tuvieron allí que tornarse, quizá por ello esta montaña que dejarás a mano izquierda se llame hoy la Tornera… En cualquier caso prepárate porque tendrás que afrontar un desnivel de 600 para atravesar el pico del Porrejón

¿Por dónde debo de ir?

La cuarta etapa presenta su inicio en el municipio de La Hiruela y finaliza en Puebla de la Sierra y cuenta con dos posibles alternativas, diferenciándose entre ellas por la distancia recorrida, siendo la alternativa 2 más larga alcanzando los 15 kilómetros.

Para el tramo Rosado, tendrás que ir por…


Subir directo al Porrejón, sin tregua ni sombra, con gran pendiente. Es más corto pero desde luego más cansado… Luego cumbrearás del Porrejón en dirección a la tornera y cuando veas el dragón de piedra sabrás que estas cerca de la pista forestal camino que baja a Puebla. Llévate agua. La subida al Porrejón que sigue la senda GR88 es un camino a veces apenas imperceptible y fácil de perder… es el desnivel final desde los 1660 del puerto de las palomas a 1830 (pico del Porrejón) el que más cuesta, pero las vistas te compensarán lo que hayas sufrido en la subida

Perfil altimétrico de la ruta A del primer día
Perfil altimétrico de la ruta A del primer día
Perfil altimétrico de la ruta B del primer día
Para el tramo Azul, sigue estos pasos.


Tómatelo con más calma, llega al paso de las palomas sin haberte agotado subiendo entre bosques de robles con pendientes algo más suaves, recorre al inicio algún kilómetro más pero ahorra fuerzas para la ascensión final al Porrejón.

Perfil altimétrico de la ruta B del primer día